El "embarazo" de nuestras adolescentes
Pronunciarme a favor o en contra del aborto antes de dar mi opinión sobre la polémica Ley que parece va a ser reformada parecería lo más lógico para entender bajo que principios me muevo y manifiesto esa opinión, pero creo que en este caso no es necesario, dejando a un lado mi posicionamiento o el de otros creo que hay un tema en el que todos o casi todos coincideremos, la barbaridad que supone el hecho de que nuestras adolescentes hayan podido hasta ahora tomar la decisión de abortar sin necesidad de autorización ni tan siquiera notificación a sus padres.
Lo leo y no me lo creo, hace meses que vivo escandalizada con esta parte de la Ley, y ahora que por fin parece que volveremos a recuperar la cordura, coincidiendo con la apertura de este Blog aprovecho para soltar sapos y culebras, que así me desahogo.
Supongo, por tratar de ponerme en el otro lado, que si yo tuviera quince años la medida me parecería estupenda...superchachi! si me quedo embarazada mis padres no tienen por que enterarse, así que como soy una chica madura y responsable como es propio a mi edad, puedo mantener relaciones sexuales con quien quiera y ante la más mínima duda me voy corriendo a por la pastillita del día después, y si no, siempre me queda abortar y nadie se entera, además a los once ya me han puesto la vacuna del VPH en previsión a mi precocidad, por lo que lo del preservativo ya se verá sobre la marcha, que luego corta el rollo.
Bien...el caso es que tengo cuarenta y tantos, una hija en plena pubertad y un poquito de sentido común, y me pregunto en que momento se decidió que yo como madre no tengo derecho a enterarme de que mi hija se ha quedado embarazada; total, solamente la he engendrado, la he parido, y llevada no sólo de mi amor por ella, si no porque la ley a ello obliga, la he alimentado, cuidado, he tratado de educarla, pagarle los estudios y un largo etcetera ¿Quien soy yo para pedir estar informada sobre un tema tan íntimo de mi "madura y responsable" hija? ¿Como vulnerar los derechos de una menor, pobrecita ella, y hacerla pasar por un doble embarazo, el real y el "embarazoso" momento de decirle a sus padres: estoy embarazada, pasame la sal.
El sinsentido va más allá, se necesita una autorización mía para suministrarle una aspirina en el colegio, por lo que soy responsable si se produjera cualquier efecto adverso.
Soy también responsable de cualquier daño que pudiera producir a terceros, responsable de su comportamiento, responsable de no haberle pegado una torta a tiempo, o de habérsela pegado, con lo que si me descuido me denuncian y pierdo hasta la guardia y custodia, pero no tengo derecho a estar informada no tan sólo de que mi hija ha abortado, si no tan siquiera de que hubo un momento en que se quedó embarazada.
Por esa regla de tres, no se me debería informar de que falta al colegio, de que ha tenido un accidente o de que la policía la ha detenido por cometer cualquier tropelía.
Eso si! mi hija es lo suficientemente madura como para decidir abortar pero no para asumir responsabilidades si comete un delito, y entramos de lleno en la Ley del menor, que es otro tema sobre el que escribir largo y tendido.
En un momento en que a uno se le llama joven cuando ya cuenta con treinta y cinco años, y esto implica que aún no ha llegado a la edad adulta, se considera que una niña de catorce o quince puede tomar decisiones tan dramáticas e importantes en su vida como abortar no solo sin la autorización, si no ni tan siquiera el consejo y guía de sus padres; repito, para no creerselo.
Espero de verdad que esto cambie por fin y la Ley nos devuelva a todos a nuestro lugar, los padres en nuestro papel de padres que nunca debimos perder y los hijos en el suyo a esta edad, dando disgustos pero bajo nuestra supervisión.
Inmaginacion
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